Se SUPONÍA que este iba a ser un thriller absorbente,
trepidante, cargado de sorpresas e hipnótico para el espectador. Va a ser que
no. Aquí los SIETE MOTIVOS por los que LA CHICA DEL TREN descarrila a la hora
de ofrecer una muestra de buen cine:
1) ABURRE. Y mucho.
2) Abusa de la voz en OFF. Todo suena pretencioso,
fallidamente poético, hueco.
3) Los continuos saltos temporales no hacen sino favorecer
la sensación de artificio, algo que no ayuda a la verosimilitud de la historia.
4) Algún fallo de casting hace difícilmente soportable el
último acto.
5) Es CAPRICHOSA a la hora de seleccionar muy convenientemente
los huecos en blanco de la memoria de la protagonista.
6) Es PEREZOSA. En lugar de crear escenas visuales, tiende a
resolver todo mediante efectos de montaje y la ya mencionada (y fatídica) voz
en off.
7) AQUÍ analizamos CINE. Puede que la novela sea fantástica.
O no. La película, en cualquier caso, es bastante prescindible, predecible y
pretenciosa.
Si hay que rescatar algo, sería el magnífico trabajo de
EMILY BLUNT, bien acompañada por REBECCA FERGUSON y HALEY BENNETT.
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