Lo han hecho bien. Ese es el veredicto. Han conseguido cabrear y agradar a los millones de fans pero, sobre todo, han sido coherentes con la historia. Puede que se hayan regodeado en la construcción de este arranque de temporada... pero es perfectamente comprensible, después del inesperado cliffhanger que nos dejaron hace unos meses. ¿Resumiendo? Buen desarrollo, se toma su tiempo para revelarnos lo que todos queremos saber (quién sigue y quién no sigue en la serie), buena presentación del villano y un par de magníficas secuencias: Rick en la niebla, entre esos muertos vivientes que surgen de manera imprevisible (justo como el trágico desenlace que acabamos de presenciar) y Rick al final del capítulo, a punto de ponerse a conducir, viendo por el retrovisor a un caminante. ¿Lo mata? Lo ignora. Sabe, por fin, que el verdadero Mal ya no está en los zombies.
Y sí, es un capítulo maravillosamente violento. Esto es "The Walking Dead", por si no lo habían notado. Y este es un capítulo dirigido por Greg Nicotero, alguien que empezó en esto en los 80, en compañía de Sam Raimi y George A. Romero. Los estómagos sensibles tienen a su alcance otras series para disfrutar. Y ahora les dejo con un vídeo SPOILER que se deriva de los acontecimientos que tienen lugar en este arranque de la séptima temporada: un IN MEMORIAM, claro.
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